Las mujeres poseen el 30% de los turismos que hay en España. Esta es una estimación realizada por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora impulsada por UNESPA, a partir de la información suministrada en las pólizas de seguro de automóvil.
Si se toman como referencia todas las tipologías de vehículos (eg.: motos, furgonetas, autobuses…), las mujeres representan un 26% del total de los conductores habituales de vehículos a motor
Los seguros de automóvil identifican quién es el conductor de referencia asociado a un vehículo determinado. Lo habitual es que este “primer conductor”, como se denomina en la jerga aseguradora, sea el propietario o, en el caso de que haya un renting, el poseedor del vehículo en cuestión. Las cifras de que disponen las aseguradoras son diferentes, pues, de las magnitudes que maneja el Ministerio del Interior. Según el Anuario estadístico general de la Dirección General de Tráfico (DGT), 27,7 millones de personas tienen carnet de conducir en España. De estas, el 43% son mujeres. O lo que es lo mismo, en España hay 12 millones de conductoras. El seguro conoce, en cambio, cuántas de ellas tienen un vehículo a su nombre. Pues bien, en España cerca de 8,5 millones de mujeres aparecen como titulares del contrato del seguro de un vehículo a motor.
La información recabada en las pólizas es elocuente. El turismo es el tipo de vehículo más propenso a ser propiedad de una conductora. El 30% de los coches en España pertenece a una mujer. Les siguen los vehículos de dos ruedas. El 20% de ciclomotores y los escúteres del país son titularidad, igualmente, de mujeres. En marcado contraste, la presencia femenina es particularmente baja en los vehículos pesados y de trabajo. Ellas rara vez figuran como titulares del seguro de máquinas industriales, camiones o vehículos agrícolas. También es inhabitual que las mujeres sean propietarias de motocicletas por su mayor peso que otros vehículos de dos ruedas, como ciclomotores o escúteres.
La relevancia de las mujeres entre el total de primeros conductores de vehículos (ambos sexos) es superior en la franja comprendida entre los 18 y los 40 años. En este tramo de edad, las mujeres representan en torno a un tercio de los titulares de vehículos del país. No obstante, se percibe una pérdida del interés por los vehículos a motor gradual entre ellas. A principios de la década de los 2010 era habitual ver tasas de entre el 40% y el 45% de primeras conductoras. Es decir, 10 puntos porcentuales más que en la actualidad.
La pérdida de interés por tener un vehículo a su nombre se percibe entre todos los jóvenes. Tanto entre ellas como entre ellos, y se debe a varios factores. Por un lado, la proliferación de alternativas de transporte hace menos necesario contar con un vehículo propio. Las redes de transporte público son cada vez más tupidas en las grandes ciudades (autobús, metro, tranvía…). A esto se suma la disponibilidad de taxis y vehículos de transporte con conductor (VTC), así como la oferta de coches de alquiler por minutos, los vehículos de movilidad personal (VMP) o las bicicletas, propias o de alquiler. El coche en propiedad o renting conlleva, por su parte, varios costes (cuota del préstamo o del renting, combustible, reparaciones, inspección técnica de vehículos…). Igualmente, con el fin de reducir la contaminación, muchos ayuntamientos llevan décadas impulsando formas de movilidad alternativas, así como desincentivando el uso del coche a través de zonas de aparcamiento regulado y áreas libres de emisiones. Todos estos factores económicos y sociales, unidos a un posible cambio cultural a la hora de establecer sus prioridades en materia de movilidad, llevan a los jóvenes (tanto a ellas como a ellos) a mostrar una menor predisposición a contar con un coche a su nombre de la que tuvieron las generaciones que les precedieron hace 10, 20, 30 o 40 años.
A pesar del evidente cambio de tendencia entre las jóvenes, el número global de mujeres titulares de un vehículo va al alza en España. A cierre del pasado año, 8,4 millones de mujeres figuraban como titular de un seguro de automóvil en España, en comparación con 6,9 millones en 2010.